Milei Criptomonedas: ¿La revolución digital que Argentina necesitaba?

Hablar de “milei criptomonedas” hoy en Argentina es meterse en una conversación que probablemente sea la más encendida en cualquier café porteño. ¿Quién hubiera pensado, hace unos años, que un economista tan disruptivo, que grita “¡Viva la libertad, carajo!”, terminaría convirtiéndose en presidente y, además, haciendo memes con Bitcoin? Honestamente, yo no lo veía venir.

Voy a ir metiéndome, sin rodeos, en todo lo que significa el fenómeno “milei criptomonedas”. Es más, lo hago porque me apasiona el tema tech y, bueno, porque he invertido mis ahorros en algún que otro coin, para qué negarlo.

Milei y las criptomonedas: ¿Puro show o una apuesta seria?

La relación entre Javier Milei y las criptomonedas viene de antes de su salto a la política grande, y se ha ido profundizando. Basta con leer sus entrevistas o ver sus arengas en redes: el tipo nunca ocultó su simpatía por Bitcoin y el mundo cripto. Recuerdo un video viral donde decía que las criptos eran “la vuelta del dinero a su creador original, el sector privado”. Frase de Milei 100%, sin filtro.

Ahora, siendo presidente, muchos esperaban que legalizara el Bitcoin como en El Salvador, pero aclaró que no planea hacerla moneda oficial, sino dejar que compita con el peso “sin restricciones”. O sea, dolarización sí, pero con libertad para usar criptomonedas. No es poca cosa.

Algunos economistas, incluso compañeros del gremio, dudan que la gente use cripto para el día a día, pero la verdad, yo ya he pagado café y hasta un corte de pelo con USDT más de una vez. O sea, no es ciencia ficción, es realidad (aunque hay poca gente que lo acepta).

¿Por qué la gente relaciona tanto a Milei y las criptomonedas?

Argentina siempre fue un país obsesionado con el dólar, el blue, el corralito y, últimamente, con todo lo alternativo para proteger sus ahorros. Las criptos no son excepción. Lo que sí es distinto es que, por primera vez, un presidente habla abiertamente del tema, lo defiende y hasta se lo banca ante medios internacionales.

El “milei criptomonedas” es símbolo de hartazgo con lo de siempre. Es buscar la libertad financiera sin tener que pasar por bancos ni controles raros. Yo mismo he sentido esa sensación de “esto sí que es mío y nadie me lo puede manotear”. Aunque, obvio, también está el riesgo: ya más de uno perdió sus ahorros con estafas cripto. No todo brilla como el oro, eh.

El boom cripto en Argentina: ¿Qué hay de nuevo?

La inflación y el control cambiario empujaron a más de 5 millones de argentinos a meterle a las criptos. De hecho, somos referentes latinoamericanos en adopción. Apps locales como Lemon, Belo, o Buenbit están estallados de usuarios. Un amigo mío trabaja en una fintech y me contó que ahora hasta jubilados les preguntan por cómo pasarse a USDT.

Todos quieren protegerse del peso y, aunque muchos prefieran el dólar billete, las criptomonedas se volvieron el “dólar digital” del día a día. Pero ojo, la regulación es un gris. La AFIP mete miedo, pero nadie sabe bien qué impuestos hay que pagar (ni los contadores). Milei ahí juega a favor: promueve menos trabas y una economía más abierta a lo crypto.

El peligro de los espejitos de colores

No todo es color de rosa en la relación “milei criptomonedas”. Hay proyectos medio truchos, promesas de “dobla tu plata” y, claro, estafas piramidales. Las autoridades advierten, pero la tentación es fuerte cuando ves que un vecino se compró la moto vendiendo Shiba Inu. Yo mismo fui tentado, pero después de perder unos mangos en una shitcoin, aprendí la lección. La educación financiera es clave, y en esto Milei tiene razón: el Estado tampoco puede salvarte de tus malas decisiones.

El futuro: ¿Un país criptográfico?

Imaginar a la Argentina de Milei como un semillero de start-ups cripto no es tan loco. Tenemos cerebros, ingenieros y una necesidad casi existencial de crear soluciones alternativas. Ya hay pymes que pagan sueldos en cripto, freelancers que cobran en USDC y hasta municipios que exploran blockchain para trámites. Si Milei logra “desregular” como promete, puede que veamos una explosión de proyectos tech y, por qué no, una nueva ola de unicornios argentinos. Eso sí, ahí los bancos tradicionales van a patalear, seguro.

Mi experiencia personal en este “nuevo mundo”

Como periodista tech que usa criptomonedas desde la pandemia, siempre me pregunté si en algún momento esto pasaría del nicho geek a algo masivo. Con Milei en el poder, veo que la conversación ya no es sólo de nerds y traders. La abuela, el taxista y hasta el almacenero de la esquina te preguntan si “el Bitcoin ese” conviene.

A veces me da miedo tanto entusiasmo, porque las burbujas suelen explotar. Pero también siento orgullo de vivir en un país donde las crisis generan creatividad. No lo digo solo yo: medios como Bloomberg dicen que Argentina es pionera.

Para cerrar

Si me preguntan si el fenómeno “milei criptomonedas” es duradero, mi respuesta es un sí, pero con reservas. Mucho va a depender de cómo evolucione la economía, la educación financiera y, claro, de que las reglas sean claras y justas. Por ahora, celebro que la tecnología y la innovación entren en la conversación pública y que, aunque haya errores y desilusiones, nos animemos a romper moldes.

En definitiva, la revolución digital ya empezó y nadie la para. Si Milei puede sostener este envión y la sociedad no se duerme, quizás la próxima crisis nos encuentre mejor preparados. Ojalá.

Ingeniero en informática, graduado del Universitat Politècnica de Catalunya y máster por la Universidad de Buenos Aires. Fundó su empresa tecnológica en 2006. Apasionado por la innovación y el desarrollo digital.

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